sábado, 18 de septiembre de 2010

COMUNICADO CONJUNTO SECRETARIADO DE PASTORAL OBRERA Y LA HERMANDAD OBRERA DE ACCIÓN CATÓLICA (HOAC) DE JAÉN

Solidaridad con los trabadores del campo

Alrededor de medio centenar de jornaleros de Jódar, convocados por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), han marchado a pie desde el lunes, día 13, desde la localidad de Jódar (Jaén) hasta la capital, unos 54 kilómetros, para exigir al subdelegado del Gobierno en la provincia una solución de empleo para este colectivo. La marcha llegó el martes a la capital jiennense y finalizó ante la Subdelegación del Gobierno. Desde entonces se encuentran acampados en la puerta de la Subdelegación, a la espera de que las administraciones atiendan su principal demanda: un puesto de trabajo transitorio «urgente» de un mes en tareas de desmonte y prevención forestal bajo la figura de un PER especial, mientras empieza la campaña de la aceituna, para de este modo soportar este periodo de crisis tan dramático para muchas familias de la provincia y del municipio de Jódar.
La respuesta que han recibido desde las administraciones viene a resumirse en que no hay dinero para contratarlos para estas tareas de desmonte a pesar de lo necesario y preventivo de este trabajo. Ante esta respuesta, ellos siguen acampados, de manera pacífica intentando, con su sacrificio y testimonio, que se entienda su necesidad.

Tanto el Secretariado de Pastoral Obrera de la diócesis de Jaén, como la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Jaén, que forma parte del mismo, han acompañado a estos trabajadores mostrando su apoyo y solidaridad y el reconocimiento de su lucha pacífica por un trabajo digno y como Dios manda en unas circunstancias difíciles y preocupantes para el mundo obrero como las que vivimos hoy.

Esta situación, cada vez más común entre nosotros, ha de ayudar a despertar nuestras conciencias, hacernos reflexionar sobre lo que está pasando, propiciar nuestro acercamiento a la realidad que sufren nuestros hermanos y hermanas y movernos a, junto a ellos, exigir unas condiciones de vida y de trabajo más justas para todos.

Como Iglesia comprometida con el mundo del trabajo, pensamos que la economía debe estar al servicio del hombre, el objetivo de nuestras administraciones tiene que ser el desarrollo integral y la cohesión social y por tanto, deben de estar pendientes de las necesidades de los más desfavorecidos. Este el camino para construir una sociedad más humana y colaborar en ello. Esta es la conversión personal y comunitaria que Jesús espera también de nosotros.

BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA, PORQUE ELLOS SERÁN SACIADOS.

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